6 de diciembre de 2011

Semana de Terror (V): The Theatre Bizarre

The theatre bizarre - (Varios directores)
[Richard Stanley / Buddy Giovinazzo / Tom Savini / Douglas Buck / Karim Hussain / David Gregory / Jeremy Kasten]

Póster de The Theatre Bizarre
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The theatre bizarre es una película de capítulos. Historias cortas llenas de horror, sangre y situaciones chungas que supuestamente deberían hacer las delicias del aficionado. En algunas ocasiones lo consigue, y en otras, pues no. Es lo que tiene el hecho de que sea algo dividido en diferentes historias.

Se trata de siete capítulos dirigidos por gente del terror, que no es que sean de primera fila en este género, pero se acercan. Eso sin contar a Tom Savini, quien sí está entre los grandes, maestro de los efectos especiales y director del remake de 1990 de La noche de los muertos vivientes de papi Romero. Cada uno de los directores contó con libertad absoluta para hacer lo que quisieran con sus respectivas historias, teniendo todos el mismo presupuesto: veinte mil dólares. El resultado, un poco irregular pero con algunos capítulos con cosas muy interesantes.

Paso a comentar brevemente cada capítulo:

The mother of toads (Richard Stanley). La madre de los sapos. Un relato muy de serie B que se deja ver y entretiene, con ese aire que los relatos lovecraftianos poseen y a los que homenajea. Hablando de homenajes, también hay uno muy claro a Lucio Fulci, con la aparición de la actriz Catriona MacColl, musa del director (de la que hablé un poquito al haberla visto en Sitges aquí y aquí).

Catriona MacColl, la madre de los sapos [Clic para ampliar]

I love you (Buddy Giovinazzo). Te quiero. Historia de amor, locura y muerte (qué raro ver estas tres cosas relacionadas, ¿verdad?) realizada en el interior de un apartamento con dos personajes que según he leído por ahí y me lo copio, son dos "anti Romeo y Julieta". Misterio y hemoglobina, no sé si a partes iguales, pero este capítulo es uno de los más interesantes de todos.

Vision stains (Karim Hussain). Manchas de visión. Una propuesta interesante que no llega a serlo y que no entusiasma. Con una idea original entre las manos (algo así como que una chica absorbe con una jeringuilla la vida de las personas, todas mujeres, inyectándola en sus ojos), tengo la impresión de que el director lo único que buscaba era causar cierta sensación de asquete en el espectador, sabiendo que a mucha gente las escenas de ojos y pinchazos en los mismos no es que le agrade precisamente. Una pena porque bien desarrollado podría haber sido de lo mejorcito...

¡Buñuel! O casi... [Clic para ampliar]

Wet dreams (Tom Savini). Sueños húmedos. Otra historia insana en la película. En este caso no hay amor como en I love you, sino sexo, sueños húmedos y disfrute con la tortura, al más puro estilo de la saga Saw o similares. Esta historia no es que sea gran cosa pero tiene momentos potentes y llamativos (y no me refiero a la mujer desnuda que sale al inicio, aunque tampoco está nada mal ese momento). Savini no hace nada especial pero da la impresión de que en algún momento del rodaje se sintió inspirado, siendo ahí donde aparecen las escenas que merecen la pena, las más locas.

The accident (Douglas Buck). El accidente. Me niego a comentar nada sobre este capítulo ya que me pareció una completa tomadura de pelo. Afortunadamente es el más corto de todos.

Sweets (David Gregory). Dulces. De nuevo la perversión hace acto de presencia en la película con este capítulo. Perversión en forma de comilona de dulces y de sexo. Al inicio lo único que hay es comida y más comida, haciendo que uno se pregunte hacia dónde se le quiere llevar. Hasta que tras un buen rato lo descubre por fin y es donde la cosa mejora. Pero es una pena que ya sea el final, dejando al personal con un ligero sabor amargo en la boca. Qué bien traído esto último, por cierto.

Dulce corazón [Clic para ampliar]

The theatre bizarre (Jeremy Kasten). Esta historia es el hilo conductor de toda la película. Con el actor Udo Kier como maestro de ceremonias entre capítulo y capítulo, es la historia que da sentido al título de la película ya que está todo ambientado en un teatro, que pretende ser un homenaje al Grand Guignol parisino creado en el siglo XIX y en el que veremos cómo la curiosidad de una joven puede llevarla a un lugar en el que, seguro, no le gustará estar.

Udo Kier saludando al personal [Clic para ampliar]

Resumiendo. Todo el conjunto de la película es un tanto irregular, con unas historias mejores que otras y quizá si alguna no se hiciera tan larga terminaría por mejorar. Da lo que promete: sangre, sexo, locura, muerte... Y eso sin duda lo tiene a su favor.

Un 6.

¡Extra, extra!

Presentación en el Teatro Principal del director Richard Stanley con la guionista de su historia (La madre de los sapos), Scarlett Amaris. Atención a su forma de hablar y de mirar. Excellent...

3 comentarios:

  1. el tipo dejo el carromato aparcado en doble fila, y cuando fue a recogerlo, tenia una multa pegada a la frente de uno de los caballos.
    que pinta de buhonero!!

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  2. Y de místico. No me extraña que le multen, ¡yo también lo haría!

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  3. Lo que tienen estas pelis de episodios es esto, que rara vez todas las secciones te satisfacen igual. Pero por otro lado, se hacen llevaderas porque aunque alguna de las historias no te guste (lo mejor por ejemplo de Sweet fué la coña con el cameo de la piba de Amaral) la incomodidad suele durar poco. En general, esta peli me pareció bastante correcta, sin alardes. Pero con Savini. Que siempre es un grado.

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